lunes, 11 de abril de 2011

Santiago Tena



Santiago Tena nació el 29 de julio de 1965 en Montevideo (Uruguay). Es español y reside en Madrid.
En 1994 obtuvo el IX Premio de Poesía Antonio Oliver Belmás, de Cartagena (Murcia) con su libro Última voz, que publicó en 1995 la Editora Regional de Murcia. La mansedumbre calculada fue publicada en 1998 por SIAL (Madrid). Esta misma editorial publicó en 2004 Aunque Dios tenga sed. Los tres son libros de poemas. Colabora como articulista en el diario ABC de Madrid desde 1997.
hace unos pocos días escribía aquí sobre la realidad, sobre la percepción y sobre cómo sólo percibimos las cosas cuando estamos preparados para percibirlas, y recuerdo algún comentario dando por sentada la existencia de una realidad exterior que vemos o no vemos, y recuerdo haberlo leído poniendo yo por dentro en duda que exista tal realidad exterior, y a eso voy: no hay realidad exterior: todo es la mente, todo es la mente
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así es, no hay más que mirar al cielo: el cielo habla en las formas de las nubes, cuando miramos al cielo estamos mirando al borde interior de nuestra mente, al techo de nuestra cabeza, el cielo nos dibuja las nubes para que cada vez más claramente nos demos cuenta de que salen de nosotros: no hay realidad unánime, los consensos son solo para apoyarnos en la comunicación, pero no hay otra cosa que sueño, no hay otra cosa que mente, que ese sueño sea de todos o de algunos o que unos u otros sean activos o pasivos, soñadores o soñados, es una discusión sin objeto y vacua, entre otras cosas porque no hay unoS, sino uno,
JOHN LENNON - MIND GAMES
http://youtu.be/8dHUfy_YBps
nuestro sueño es el sueño de UNO que todos somos, y del que todos podemos afirmar el YO con la misma autoridad, como yo hago ahora: la vida es mi sueño, el universo es mi sueño, la pobreza es mi sueño, la guerra es mi sueño, la tristeza es mi sueño, el mal es mi sueño
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¿despertaremos?
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os beso
hoy quiero ser incorrecto, ser incorrecto, esta mañana he ido a la cárcel de carabanchel a tratar de salvar a mi empleada sin papeles, inmigrante ilegal, y aparte del tema concreto, aparte de mi posible culpa por no ponerme las pilas y formalizarle un contrato, me ha impresionado lo clara que está la diferencia oficial entre personas dignas y personas no dignas, entre personas que merecen o no poder andar por la calle sin miedo a que se acerque un policía y las expulse del país, lo clara que está la diferencia no ya entre nacionales y extranjeros, sino entre extranjeros dignos e indignos, extranjeros perseguibles y respetables
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el hombre con quien he hablado en la comisaría me ha dejado muy claro que la causa de la detención era esa: estar en españa sin papeles, y hoy soy más de izquierdas que nunca, y hoy soy más antifronteras que nunca, más antinacionalidades que nunca, más antipropiedad privada que nunca, más pro libertad absoluta y más abajo el sistema que nunca
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mierda de estado y mierda de europa y mierda de ley, lo que de verdad cuenta es la gente
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caray
Hace unos pocos años se estrenó en cines un documental sobre física cuántica (What the Bleep Do We Know?, en España traducido ¿Y tú qué sabes?) muy citado en todas partes aunque su éxito de audiencia no fuera en su momento espectacular. Hoy he recordado ese documental al visitar la estancia de Nella y encontrarme con una animación impresionante en 3d del Guernica de Picasso, y la parte que ha venido a mi mente ha sido la que decía que los indígenas de la América a la que llegó Colón no fueron capaces de divisar los barcos del Almirante cuando se aproximaban porque no cabía en su concepción de la realidad que algo así existiera, no era algo que pudieran asimilar, y por tanto no lo veían, el pánico habría sido demasiado al enfrentarte con una cuota de realidad incontrolable para ti, y como no estás preparado para ello, esa realidad no la ves, donde ella está no ves nada, el cielo azul en lugar de los mástiles y las velas.


Y bien, según veía el vídeo,



que me lleva dentro de un cuadro terrible, que me lleva a enfrentar una realidad inabarcable para mi miedo a lo trágico, el vídeo tardaba en cargarse, parecía como si quisiera darme tiempo a prepararme internamente para digerir mi pánico, para asimilar un mundo nuevo.


El otro día, jugando yo aquí con mi blog, me puse a cargar información excesiva en la plantilla, apasionado y enviciado con mi lista de comentaristas, y la pantalla, sin esperarlo yo, desplegó de arriba abajo una banda de códigos incomprensibles con la que mi blog se defendió de mi pasión diciéndome que eso era pasarse un poco. Y aquí el susto informático, el susto intelectual, cuando la realidad se te escapa y hasta temes que afecte al mundo físico, y es así: sustos peores me he llevado antes, como si Dios te dijera "Vas demasiado lejos" y te frenara con una buena prueba de que tu mente influye más en la realidad que una supuesta estabilidad de la materia o que unas supuestas reglas racionales.


No sé qué dicen de alguien que ha ganado un partido, voy a ver, os dejo...
¿Acaso hay alguien que sepa cuál es la verdad? Me dice mi amor que hay en mi voz desesperanza, y acaso hay algo de cierto en lo que dice mi amor: ¿desesperanza de qué?


Desesperanza quizá de no poder vivir una vida plena en la que lo que siento concuerde plenamente con lo que la vida me trae, desesperanza acaso de que esta sociedad hipócrita se guíe algún día por los sentimientos reales de las personas y deje de lado la doble moral, la moral del sacrificio que hace del sufrimiento un estandarte que restregar a los demás. ¿Qué hay de malo en hacer lo que se siente? Al final y a menudo, todo se queda en palabras bonitas que no llevan a nada, y ay, Santi, qué preciosidad, qué intenso, qué apasionado, qué maravilla, qué sed de amar y de amor, pero obras son amores y las palabras se quedan en palabras si uno no tiene el valor de llevar a la realidad eso que siente intensamente, y entonces toda esa belleza tan admirable que nos ha movido por dentro se convierte en una mentira y acudimos a la moral fácil: a la que no se atreve a hacer lo que siente.
Yo no tengo principios. Estoy en este mundo para amar, para amar sin límite, para amar sin respeto. Le decía el otro día a alguien, y creo que de algún modo lo compartía, aunque supongo que no lo entendía del todo, le decía que mi capacidad de amar es ilimitada y que mi vida se queda coja si no la llevo a obra, si no la convierto en realidad que no se quede en palabra bonita. Le decía a ese alguien que soy culpable de miles de cosas y que tengo muchísimo que hacerme perdonar, pero de verdad que me alegro: afirmo por enésima vez que lo único que vale es el amor, lo único. La moral huele a hipocresía y a escudo para hacer daño sintiéndose justo.

domingo, 10 de abril de 2011

a petición de ely letra y amante

cuentan los indios lakota que por inspiración del gran espíritu una araña les contó hace tiempo el secreto de la vida: atrapar los sueños


en un ir y volver de energías, de verdades mezcladas con engaños, una red a modo de cazamoscas pero con un agujero en su centro atrapa los sueños buenos, las esperanzas, y las salva para conservarlas y hacerlas crecer, y deja que por el agujero huyan las energías malas, el pesimismo y la mentira, y tengo yo una aplicación práctica y real de esta leyenda


mi manera de atrapar los sueños, de dejar que lo malo se vaya y se conserve solo lo bueno, se basa en la ley de la gravedad


en mis momentos de inquietud y de confusión nada me da tanta paz y seguridad como dejarme caer suavemente al suelo de mi casa y quedar ahí tendido, dejando que todo mi cuerpo sea atraído por el suelo, y allí me relajo y espero, y cuando siento que es el momento me levanto y vuelvo a la vida normal, y bien: dios está en la brisa y no en el vendaval en la visión del profeta, y el mismo dios dice que su yugo es ligero y su carga suave, de ahí mi salud y mi sanación: el suelo y la tierra se llevan lo malo, que pesa, queda en mí solo lo bueno, que es ligero como dios, como el yugo de dios


así soy yo como los titanes con los que lucharon los dioses: solo vencieron los dioses cuando hércules sujetó en el aire al titán que cobraba su fuerza de la tierra , y los atrapasueños son como la coleta que le hemos hecho a elena para que el calor la deje dormir, como la madre de wendy que en la novela de barry les ordena la mente a los niños cuando ya se han dormido




que haya sueños, que nos demos cuenta de que el sueño es real, de que solo el sueño bueno ha de ser real, hagamos irreal el sueño malo con la fe en el sentido de lo vivo, en el sentido de nuestro sueño vida, lo único que de verdad creamos y hemos creado, soñado

una vida, una pasión, un perfil, alguien que canta

alguien que calla, alguien que habla

una escritura, una voz, un alma, un ser, un ángel, alguien que ríe, alguien que canta, alguien que calla

otro amor, otro amor, una vida que no calle, una vida que entienda, que no calle, otro ser, otro tú, otro yo, otra sed, ser esa sed, ser la sed que no conozco, ser lo que no conozco, perder definitivamente el miedo a la libertad, perder definitivamente el escrúpulo banal, ser yo, ser yo, ser yo, ser tú y despreciar a quien no entiende, despreciar reproches, despreciar a quien te hace daño, no ir de bueno: ser bueno, no adoptar poses: ser bueno, ser lo que dios quiera que seas más allá de toda pose, la pose es mala en sí, no poses, nunca poses, sé quien eres aunque parezca algo malo, si lo parece genial, allá ellos, lo importante eres tú, lo importante es lo que es, no lo que parece, diga toda la humanidad que eres el ser más egoísta del mundo con tal de saber tú por dentro que no es así y que lo que haces es lo mejor, diga toda la humanidad lo que le venga en gana: ellos no saben lo que sabes tú, y te juro por dios que la verdadera bondad es esta, no la que atiende a lo que parece ni la que atiende a quedar bien, nunca te justifiques, no entres a juzgar el bien y el mal porque no será el bien y el mal lo que juzgues sino si más bien si parece bien o mal, y ese no es el camino: el bien está en ti, en tu libertad, en eso que ellos creen que es egoísmo, esa es tu santidad, te juro que no me equivoco, te juro que no me equivoco: la santidad es la libertad, no hay otra santidad, no hay otra, y el amor es eso y nada más, nada más, nada más, nunca nada más, solo la libertad

allá los necios, que se pudran en su error